lunes, 19 de diciembre de 2016

TOBÍAS. INTRODUCCIÓN. LA NARRACIÓN.

Es conocido el argumento. Un padre ciego envía a su hijo único a cobrar un depósito de dinero. Una hija única ha perdido sucesivamente siete maridos por culpa de un demonio. El ángel Rafael se hace compañero de viaje del joven, lo hace casarse con la joven, cobra el dinero y le instruye para que cure la ceguera del padre. Relativamente original en el campo de la ficción fantástica.

a) Como obra de folclore. Se citan como paralelos la historia del "muerto agradecido", que recibe sepultura y retorna para pagar a su benefactor. También "el amante maléfico". El libro de Tobías no es reductible a un prototipo, pero contiene y explota muchos motivos del folclore.

La joven secuestrada por un monstruo o un tirano, que es liberada y se casa con el salvador: Perseo y Andrómeda. La maga vencida y rendida: Angélica y Medoro, Turandot. El joven inexperto que debe realizar una empresa difícil y peligrosa antes de recibir el premio; el cual puede ser la mano de una princesa. El tesoro escondido en país remoto, que se ha de rescatar a través de peligrosas aventuras. El ser maligno que, una vez dominado, suministra remedios prodigiosos. Dioses o genios benéficos que aparecen disimulados en figura humana, para poner a prueba y premiar o castigar a los mortales: Filemón y Baucis, personajes de las Mil y una noches.

El libro de Tobías no coincide con las "fábulas milesias", de tema amoroso en clave burlesca, ni con la novela helenística del siglo II d.C.

b) El libro de Tobías es un relato descaradamente didáctico. Contiene consejos morales, plegarias breves, esperanzas históricas, motivaciones religiosas. La preocupación por esneñar, por edificar perjudica al relato. Hay muchas páginas del AT que enseñan contando con discreción. Aunque el relato es fantástico, el autor lo sitúa en Asiria, entre los israelitas desterrados, hacia el siglo VIII/VII a.C.

c) Abundan los motivos narrativos del AT. De relatos patriarcales, por el contexto familiar: ángeles que visitan a Abrahán y Jacob, viaje en busca de Rebeca, el padre ciego, el viaje de Jacob con boda y retorno. Del Éxodo: el viaje, la guía del ángel, la pelea con el monstruo acuático.

Hay también influjos sapienciales: Job paciente, su mujer, consejos morales. Al final del libro asoman influjos de la profecía escatológica. Es normal que un autor tardío, alimentado de lecturas bíblicas, se deje llevar de influjos y reminiscencias. Con tan variados ingredientes compone una obra original.

d) Valoración. La novedad consiste en el enredo de cierta complejidad y en el factor fantástico. Hay dos temas familiares con hijo / hija únicos y algunos paralelismos: desde luego, los hijos; pero también los dos padres metidos a enterradores, uno trágico el otro humorístico. Doble hilo conductor, de dinero y esposa.

Méritos. El principl es el montaje paralelo, casi de cine. El primero entre Tobit y Sara: situación, emociones, plegaria, movimientos (cap.3). El segundo a la vuelta, cuando el narrador va alternando el punto de la acción, estrechando el ritmo hasta el abrazo (cap. 10-11). El ángel de incógnito da origen a situaciones y frases de ironía dramática. Escenas domésticas bien descritas con brevedad. La escena originalísima, de humor macabro, la noche de bodas (cap.8).

Defectos. Aparte algunas incoherencias que se pudieron evitar, hay bastantes cosas que desagradan. El ángel acapara la acción, quitando iniciativa y personalidad a Tobías. Lo que es más grave, en su afán didáctico, va explicando por adelantado los sucesos, matando el interés al nacer. Hay situaciones dramáticas que el narrador no ha sabido explotar. Como narración no se puede parangonar al relato de José y sus hermanos o al libro de Judit.

Valores simbólicos. El hijo cura al padre devolviéndole la luz, que es la vida. Como continuidad de la familia, encarna la continuidad de la tribu, de la nación. El ángel restablece, en función del pueblo, la bendición genesíaca y patriarcal de la fecundidad. Sara es como una matriarca amenazada y liberada, la mujer predestinada que espera al varón. El destierro y la diáspora nada podrán contra los vínculos de lealtad de Dios, a su ley, a los compatriotas. En el confín de la esperanza emerge Jerusalén.

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