lunes, 19 de diciembre de 2016

TOBÍAS. INTRODUCCIÓN. PERSONAJES.

a) Tobit es el ideal de israelita padre de familia en el destierro o en la diáspora. Fiel en "tener presente" al Señor, aunque falten templo y culto, solidario de sus compatriotas, especialmente en la limosna. Es una pieza que enlaza el pasado en la patria, el presente en el destierro, el futuro próximo de la descendencia, el futuro remoto entrevisto. Es el hombre honrado y probado: en los bienes materiales, que le son confiscados, en la vida familiar, por la actitud de la esposa, en la integridad física por la ceguera. Tiene que transmitir una herencia material: dinero y no tierras, porque no las poseen los desterrados. Más aún, una herencia espiritual de religiosidad y observancia de la ley. Si considera importante enterrar a un muerto, otro tanto estima el lavarse las manos antes de comer. Estima mucho la limosna y no menos las riquezas que como premio acarrea. La boda es ante todo observancia de una ley entendida con todo rigor. Tobit pronuncia un testamento sapiencial y otro profético.

b) Tobías es un personaje sin personalidad. Parece colocado para ejecutar órdenes paternas o instrucciones del compañero de viaje. Otras veces su función es hacer preguntas de escolar para que su compañero pueda administrar sus enseñanzas. Todo se lo dan hecho, no tiene que superar obstáculos. Su enamoramiento de oídas no convence. Y casi nos irrita que, sin haber luchado, llegue al colmo de la dicha heredando a padres y suegros.

c) Rafael acapara el relato para dirigir la acción y para dar explicaciones al lector. Tiene antecedentes bíblicos. Patriarcales: en el ciclo de Abrahán (Gn 16,7; 18-19; 21,17; 22,11.15); en especial relevante es Gn 24, con el viaje, la guía del ángel, la búsqueda de la esposa lejana y el nombre del criado, Eliezer, al cual corresponde llamativamente Azarías. En el ciclo de Jacob (28,12; 31,11; 32,2; 48,16). Antecedentes en el Éxodo (3,2; 14,19; 23,20; 32,34; 33,2); Josué (Jos 5,12). Los salmos trasladan la función de los ángeles a la piedad individual o de grupo (Sal 34,8; 35,5-6; 91,11).

Su nombre es Rafael, que significa Dios cura (3,17). El narrador traslada al ángel poderes divinos (Dt 32,39; Is 19,22; Os 6,1). Su función en el relato es avasalladora. Siendo tan experto, todo lo explica, por adelantado; menos su verdadera personalidad. Es guía de viaje, casamentero, médico y farmacéutico, jefe de liturgia y hasta maestro de teología sobre los ángeles. Respecto al "ángel del Señor" de las grandes tradiciones, representa una "domesticación" o reducción al horizonte doméstico de una familia. Frente a él, el poderoso y temible Asmodeo resulta un pobre diablo. Habríamos deseado un ángel más ambiguo en la presencia, más discreto en las palabras.

d) Ana, Sara y Ragüel tienen cada uno alguna intervención acertada, algún rasgo psicológico convincente. Ana disputando con el marido, Sara en su desesperación, Ragüel en sus miedos y cautelas.

e) Asmodeo. Si las matriarcas, Sara, Rebeca, Raquel, padecen de esterilidad, Sara está a merced de un demonio. ¿De dónde procede esta visión fantástica? Tropezamos con una maraña de hilos bíblicos y extrabíblicos.

En el AT hemos encontrado los shedim de origen babilónico (Dt 32,17; Sal 106,37), los sae´irim o sátiros (Lv 17,7; Is 13,21; 34,14), y animales demoníacos o demonizados, como siyyim, ´iyyim y el femenino lilit. Otros son enfermedades o epidemias concebidas como seres malignos: qeteb, reshep, deber (Sal 91,6). Forman otro grupo los poderes cósmicos personificados: Rahab, Tannin, Mot, Yam. También se menciona el "espíritu maligno" que asaltaba periódicamente a Saúl (1 Sm 16,14.23). El AT tiende a limitar y aun minimizar esos poderes. Por tanto, cuando el autor de este libro concede a Asmodeo un papel tan importante, está cediendo a nuevos gustos literarios o quieren aleccionar a sus lectores.

Hay que esperar en otros influjos. El nombre Asmodeo es candidato a dos explicaciones. Una semítica: formación artificial de la raíz shmd = destruir, aniquilar. Tendría parentesco con el "aniquilador" (Ex 12,13), con funciones más modestas. Explicación persa: Asmodeo es una adaptación de Aeshma Deva, uno de los siete espíritus malignos. Es posible y aun probable que el autor haya jugado con la asonancia: la forma tiene resonancias hebreas y persas.

El texto no dice que el demonio esté enamorado de Sara y que mate por celos; sí dice que está frustrando su vida familiar y su anhelada maternidad.

 

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